Me gusta dar iniciativas de emprendimiento, es por ello que abrí mi canal en YouTube porque a través de él puedo compartir experiencias y todo lo que he aprendido en estos años que llevo emprendiendo.
Tengo la certeza que mientras más conocimiento tengamos en diferentes áreas podremos ser mejores en lo que hagamos, y la lectura ha sido parte de mi formación en el mundo del emprendimiento, y aunque he leído muchos libros de marketing, ventas, negocios y de cómo generar ideas de negocios, siento que hay mucho que aprender en los libros de espiritualidad, superación personal y éxito.
Hoy te voy a compartir el resumen de uno de mis libros favoritos, por lo menos lo leo una vez al año porque me ayuda a centrarme y a prepararme más espiritualmente para poder desarrollar todos mis emprendimientos y negocios.
LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO
(Deepak chopra)
Este libro habla sobre que hay 7 leyes espirituales para llegar a la realización, a eso el cual llamamos Éxito.
Primera Ley
Ley de potencialidad pura: se basa en el hecho de que, en nuestro estado esencial, somos conciencia pura, la conciencia pura es nuestra esencia espiritual siendo infinita e ilimitada, también es felicidad pura.
Cuando descubrimos nuestra naturaleza esencial y sabemos quiénes somos realmente, ese solo conocimiento encierra la capacidad de convertir en realidad todos nuestros sueños. No existe separación entre nosotros y ese campo de energía, por lo tanto, el campo de la potencialidad pura es nuestro propio yo.
Vivir de acuerdo a nuestro yo, es vivir en auto-referencia y lo contrario a ello es la referencia al objeto. Cuando vivimos según la referencia al objeto, estamos siempre influidos por las cosas que están fuera de nuestro yo; entre ellas están las situaciones en las que nos involucramos, nuestras circunstancias, las personas y las cosas que nos rodean. Vivir de esta manera, es vivir buscando constantemente la aprobación de los demás. Nuestros pensamientos y comportamientos esperan constantemente una repuesta. Nuestra vida se basa en el temor y sentimos una intensa necesidad de controlarlo todo, esto es vivir en “falso” porque siendo un poder que se basa en “tener algo”, puede ser algún cargo importante, tener muchísimo dinero, el carro, etc. el poder que se disfruta está en esas cosas, y ese poder dura solo lo que duran estas cosas, apenas desaparezcan, desaparece el poder.
En cambio, en la auto-referencia, experimentamos nuestro verdadero ser, el cual no les teme a los desafíos, respeta a todo el mundo y no se siente inferior a nadie, por lo tanto, el poder del yo es el verdadero poder.
Segunda ley
Ley del DAR: es muy conocida por la ley del dar y recibir, porque el universo opera a través de un intercambio dinámico.
Por ejemplo, cuando la sangre deja de circular, comienza a coagularse y a estancarse, lo mismo sucede con nosotros, el dar y el recibir es como la sangre, cuando no lo entendemos obstruimos nuestro propio “recorrido sanguíneo” y por ello nos sentimos estancados, debemos dar y recibir a fin de mantener la riqueza y la afluencia o cualquier cosa que deseemos en la vida circulando permanentemente.
La palabra “afluencia” significa “fluir en abundancia”. El dinero es en realidad un símbolo de la energía vital que intercambiamos, y la energía vital que utilizamos como consecuencia del servicio que prestamos. Por tanto, si impedimos la circulación del dinero, si nuestra única intención es acaparar el dinero y aferrarnos a él lo impediremos también en nuestra propia vida, puesto que el dinero es energía vital.
La circulación mantiene vivo y vital al dinero, es por ello que debe mantenerse en movimiento.
Tercera Ley
Ley del KARMA: también llamada la Ley de la causa y el efecto.
Es la acción y consecuencia de esa acción, es causa y efecto al mismo tiempo, porque toda acción genera una fuerza de energía que vuelve a nosotros de igual manera.
Es obvio que, si deseamos crear felicidad en nuestra vida, debemos aprender a sembrar las semillas de la felicidad. Así el karma entraña la acción que resulta de las decisiones conscientes.
En esencia todos somos escogedores de opciones infinitas.
Sea que nos guste o que no nos guste, todo lo que está sucediendo en este momento es producto de las decisiones que tomamos en el pasado, infortunadamente, muchos de nosotros escogemos inconscientemente y por tanto no nos damos cuenta de que estamos frente a un abanico de opciones sin embargo lo estamos.
La cuarta Ley,
Ley del menor esfuerzo: se basa en el hecho de que la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad y despreocupación.
Por consiguiente, es el principio de la armonía y del amor.
Cuando aprendemos esta lección que nos enseña la naturaleza, satisfacemos con facilidad nuestros deseos.
Si observamos la naturaleza, veremos que ella utiliza un esfuerzo mínimo para funcionar. La hierba no tiene que hacer ningún esfuerzo para crecer, igual las plantas, las flores, sencillamente crecen, los peces no se esfuerzan para nadar, sencillamente nadan, igual las aves no se esfuerzan para volar, solo vuelan y ya. Nosotros aprendamos a vivir sin tanto esfuerzo, simplemente vivamos, aceptemos el presente como es y trabajemos en crear un mejor futuro para nosotros mismos.
Quinta ley
Ley de la intención y el deseo: se basa en el hecho de que la energía y la información existen en todas partes en la naturaleza.
En el orden general de la naturaleza, nosotros, los seres humanos, pertenecemos a una especia privilegiada, tenemos un sistema nervioso capaz de tomar conciencia del contenido de energía e información de ese campo particular que da origen a nuestro cuerpo físico. Experimentamos ese campo subjetivamente en forma de pensamientos, sentimientos, emociones, deseos, recuerdos, instintos, impulsos y creencias.
El sistema nervioso humano no solamente es capaz de tomar conciencia de la información de la energía, sino que, como la conciencia humana es infinitamente flexible podemos cambiar conscientemente el contenido de información que da origen a nuestro cuerpo físico.
Cualquier cosa a la cual prestemos atención, crecerá con más fuerza en nuestra vida.
Por ello, la intención es el verdadero poder detrás del deseo. La sola intención es muy poderosa, porque es deseo sin apego al resultado. Démosle atención combinada con una buena intención a nuestros deseos para que estos sean cultivados y cosechados.
Sigamos estos 5 pasos para cumplir nuestros deseos.
- entremos en el espacio de la conciencia pura, espacio de silencio, nuestro estado esencial.
- una vez ahí, liberemos nuestras intenciones y nuestros deseos.
- permanezcamos e el estado de la auto referencia, no nos veamos a través de los ojos del mundo, ni nos dejemos influir por las opiniones y críticas de los demás.
- renuncia al apego al resultado.
- dejemos que el universo se encargue de los detalles.
La sexta ley
Ley del desapego: la cual nos dice que, para adquirir cualquier cosa en el mundo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. No renunciamos a la intención ni al deseo, renunciamos al interés por el resultado.
Cuando combinamos la intención concentrada y el desapego, conseguimos lo que deseamos.
La fuente de la abundancia, de la riqueza o de cualquier cosa en el mundo físico es el yo; es la conciencia que sabe cómo satisfacer cada necesidad. Todo lo demás es un símbolo: vehículos, casas, cheques, ropa, etc. Los símbolos son transitorios, llegan y se van, esto es algo que produce ansiedad y acaba por hacernos sentir vacíos, huecos por dentro, porque cambiamos el yo por los símbolos del yo.
El apego es el producto de la conciencia de la pobreza, porque se interesa siempre por los símbolos. El desapego es sinónimo de la conciencia de la riqueza, porque con él viene la libertad para crear.
La séptima ley
Ley de Dharma o propósito en la vida, esta es la combinación de lo que amas hacer, puesta al servicio de los demás.
Dharma significa, propósito en la vida, esta ley nos habla que nos hemos manifestado en esta vida de forma física para cumplir con un propósito.
De acuerdo con esta ley, cada uno de nosotros tiene un talento único y una manera única de expresarlo, hay algo que cada uno de nosotros puede hacer mejor que cualquier otra persona.
Podemos empezar por preguntarnos: cómo puedo servir a la humanidad y cuáles son mis talentos únicos.
La Ley de Dharma tiene 3 componentes el primero consiste en que cada uno está aquí para descubrir, su talento.
El segundo, es la expresión de nuestro talento único, ese don que nos identifica y nos caracteriza, además de tener una manera única de expresarlo y no existe otro igual.
El tercero consiste en preguntarnos, ¿Cómo puedo ayudar o servir a todas las personas con las que tengo contacto?
Cuando combinamos la capacidad de expresar nuestro talento único con el servicio de la humanidad, usamos plenamente la ley de dharma. Espero que este pequeño resumen del libro “las 7 leyes espirituales del éxito” te haya servido, cuéntame si ya lo has leído o que otro libro me recomendarías hacerle resumen
Mercadóloga, speaker y consultora de marketing y negocios.